Matilde debe morir de Cristian Acevedo
con muchísima intriga. Es una novela escrita en segunda persona, ya que el narrador le habla a lo largo de la novela al propio lector, haciéndolo uno de los personajes principales de la misma. Cuando comenzamos este libro, tomamos el lugar de "El insulso de la mesa 4" y Cristian nos hace analizar todo el panorama que vamos desarrollando mediante la lectura, desde su perspectiva.
Nuestro personaje debe evitar que Matilde -una joven muchacha que frecuenta cada tarde un bar donde se sienta a escribir- sea asesinada a metros de ese bar un día de esos. Nuestro personaje no sabe quién será el asesino, pero tiene algunas pistas que lo ayudan a ir atando cabos sueltos. Allí conoce a "El bigotudo de la mesa 2" y a Valentín, el mesero del bar, quienes son también lectores que están atrapados dentro de la novela al igual que él.
"...Por qué alguien se sienta a escribir,
por qué se dedica a matar a sus personajes,
por qué habría de involucrar a sus lectores..."
Los tres personajes intentan salir de la historia, evitar que Matilde muera para que así la novela termine de una vez, hasta que descubren que la novela no terminará hasta que ella sea finalmente asesinada, porque así lo dispuso de antemano el autor. Los personajes (donde nosotros somos uno de ellos) se verán en la indecisión de qué hacer.
"¿Y si al acabar con la vida de Matilde,
acabamos con la vida de alguien más?"
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